La palabra PNL significa ‘Programación Neurolingüística’ y representa un modelo formal del funcionamiento de la mente humana: nos dice, por ejemplo, como procesamos la información y como este funcionamiento tenga implicaciones para el éxito personal.
Los pioneros en este campo fueron un tal Richard Bandler y John Grinder que llegaron a elaborar todas las teorías del PNL, intentando averiguar porqué los tratamientos de tres terapeutas de estados Unidos (Satir, Ericsson y Perls) eran más eficaces que los de sus colegas. Esta investigación se reveló mucho más importante de lo que parecía al principio: de hecho se estaban fijando los principios básicos de la PNL.
Bajo un punto de vista práctico, la PNL estudia nuestra percepción del mundo alrededor, a través de los sentidos (vista, oído, olfato, gusto y tacto), y la elaboración que hacemos de estas sensaciones que nos llevan a percibir el entorno de una determinada manera. Además de esto, la PNL focaliza sobre los procesos que hacen que transmitamos nuestra representación del mundo a través del lenguaje.
Claramente, si sabemos como intervienen estas sensaciones sobre nosotros, es posible aplicar técnicas y herramientas precisas que nos permiten desarrollar habilidades para el crecimiento personal. En particular, aprender a reconocer como el entorno afecta a la persona, significa mejorar las relaciones personales.
Para explicarlo de otra manera, la PNL te permite conocer la percepción de las otras personas en cualquier situación, con consecuencias inmediatas como:
1. El aumento de la autoconfianza
2. La mejora de las relaciones personales
3. Un mejor desarrollo profesional
4. La posibilidad de convertirnos en lo que queremos
5. Una reducción drástica del estrés
6. Una mejor capacidad de negociación
7. Una más fácil resolución de los conflictos
Hoy día existen muchos cursos y seminarios sobre las técnicas de PNL y mucho material valioso en Internet.
